Novo Mesoiro sufre otra oleada de robos en los garajes y en las tiendas

Esta es la noticia que ayer publicaba el Ideal Gallego:
 

Nuevo Mesoiro ha vuelto a recibir la visita de los ladrones a sus garajes y tiendas. Algunos residentes piensan que sus coches están más seguros en la calle, ya que los delincuentes pueden entrar en los subterráneos como un propietario más y robar impunemente. Los vecinos creen que también se producen robos por encargo, ya que, en ocasiones, tan sólo se llevan piezas.

 
A LA CARTA Los afectados afirman que, además de robar coches, los ladrones sustraen a veces sólo piezas
 
PARADOJA Aseguran que los vehículos están más seguros en las calles que en el interior del subterráneo

Otra vez...

Los residentes en Novo Mesoiro volvieron a recibir la visita el fin de semana pasado de unos individuos que se colaron en el garaje del número 33-35 de la calle de Ribeira Sacra, en la que robaron el equipo de música de un coche estacionado. A la noche siguiente, una tienda de comestibles fue asaltada. 
Un nuevo incidente el pasado fin de semana en Novo Mesoiro viene a confirmar una pauta que ya es habitual para los vecinos del más reciente barrio coruñés: la de los robos en los garajes. Esta vez le tocó el turno, el fin de semana pasado, a un coche del número 33-35 de la calle de Ribera Sacra cuya cerradura fue forzada y su aparato de radio, sustraído.
“En este barrio, los coches están más seguros aparcados en las calles que en los garajes”, se lamentó Óscar Mena, el vicepresidente de la asociación de vecinos. Casi desde su creación, la zona se ha visto frecuentada por ladrones de coches y de motos, de manera que cada vecino tiene alguna historia que contar. “A mí me robaron las cuatro ruedas del coche el año pasado -recuerda una víctima- se fueron con las cuatro, tranquilamente”. “A un chico le robaron la moto que acababa de comprar. Puso carteles por todo el barrio”, comenta otro vecino.
Mena reconoce que éste no es un problema que afecte exclusivamente al barrio de Novo Mesoiro. Los Rosales también sufre de robos y, además, de vandalismo, particularmente en la calle de Simón Bolívar. Los dos lugares tienen en común que son barrios de reciente creación, con bloques de viviendas grandes que incluyen garajes de igual tamaño. “Los hay de doscientas o trescientas plazas y, claro, no puedes conocer a todos los vecinos”, explica el líder vecinal.
De esta manera, el modus operandi de los delincuentes se vuelve muy sencillo: no tienen más que colocarse con su coche detrás del vehículo de un vecino que esté accediendo al garaje para poder introducirse en su interior. Luego esperan a que el lugar esté desierto para actuar.
 
Por encargo > “Los robos los hacen por encargo: unas veces se llevan el equipo de música, otras veces los espejos retrovisores…”, continúa Mena. Esta teoría la hace apoyándose en algunos sucesos curiosos. “Hace mes y medio, se llevaron todo el cadenado de una moto: hubiera sido mucho más fácil llevársela toda. Eso demuestra que tienen conocimientos de mecánica”, señala. El testimonio de otro vecino parece ponerlo en duda: “Mi coche lo intentaron abrir a patadas, tengo toda la puerta abollada”.
 

Por otro lado, que la mayor parte de los robos tenga lugar en los garajes, no significa que en la vía pública estén completamente a salvo. Las furgonetas, especialmente, corren peligro, de manera que los propietarios toman medidas. “Muchos dejan las puertas abiertas para que se vea que no tienen nada dentro, así no les fuerzan las cerraduras”, comenta Mena. Tras varios robos, los vecinos sospechan que los ladrones son chicos muy jóvenes “de la periferia del barrio” y confían en que las autoridades consigan atraparlos muy pronto. En ese sentido, Mena recuerda a sus vecinos que deben facilitar la labor policial: “Si les roban algo, que lo denuncien, y que no toquen el coche hasta que venga la Policía, porque todo puede ser una pista”.