Visita a las obras de la escuela infantil A Caracola
Como ya os avanzamos ayer, pudimos visitar las obras de la escuela infantil en compañía del concejal González Garcés. El motivo de la visita lo desconozco, supongo que informarse in situ, pero el nuestro era poder trasmitiros como están dichas obras y como van avanzando.
La visita fue bastante positiva y el talante del político también fue muy bueno. Detecto que se está haciendo un esfuerzo tanto por parte del Ayuntamiento como de la AVV por acercar posturas, aunque aún quedan algunos concejales «rebeldes», pero ese es otro tema.
Una de las primeras novedades que pudimos conocer es que el recinto irá cerrado por una valla. Aunque en un primer momento se pensó en un entorno abierto e integrado en el barrio, finalmente se ha optado por cerrar el recinto como medida de seguridad a mayores para los más pequeños. Aunque es difícil que alguno pudiese salir de la escuela sin vigilancia, ya sabemos como se las ingenian los niños y que haya una segunda barrera siempre puede ser interesante.
En el exterior habrá un acceso para coches, justo en la zona donde entran ahora los camiones, con un pequeño parking donde parar a dejar a los niños. Además el acceso peatonal, justo en el frente del edificio, permite que no se mezclen coches y peatones, aumentando la seguridad.
En el interior nos encontramos con un edificio, que aunque está todavía en obras, que presenta una cara magnífica. Mucha visibilidad gracias a sus gigantescas cristaleras y sensación de amplitud. En el centro del caracol un pequeño jardín acristalado, que permite más entrada de luz y visibilidad de una parte a otra del edificio e imagino que el control de los niños que juegen en su interior desde cualquier punto.
Al entrar nos encontramos un amplio hall y los despachos y zona de servicio. De frente la zona de aparcamiento de carritos, en previsión de que la gente que acceda andando al centro pueda dejar ahí la silla.
A mano derecha y sin separar del hall, estará el comedor y tras una cristalera opaca la cocina.
Según vamos girando en sentido contrario a las agujas del reloj y una vez pasado el comedor se encuentran las aulas (que se pueden ver desde la entrada a través de la cristalera del jardín interior). Van de mayores a menores. Si no me equivoco son 5 aulas, dos para niños de 2 a 3 años, otras 2 para niños de 1 a 2 años y una última aula para los niños hasta 1 año.
Las aulas de los mayores son diáfanas con un pequeño baño de gresite que cambia de color según el aula, los hay rojos, los hay amarillos, azules. Todavía falta el suelo, todavía falta pintar, están acabando de poner luces, falta amueblar y le falta lo más importante los niños, pero la sensación así casi acabada es estupenda, así que imagino que cuando se vean niños correteando y chillando, la imagen será envidiable.
Las aulas de los pequeños además cuentan con una zona apartada, con muro en la parte inferior y cristal en la superior como zona para dormir sin que nadie moleste su tranquilidad.
Finalmente vemos la salida a lo que será el jardín de juego exterior y que si no entendí mal los planos será la zona donde se podría ampliar y que mira de frente a la zona educativa que discurre en paralelo con el polígono y con la avenida de Novo Mesoiro.
Los plazos que allí se dieron fueron a finales de Mayo finalizado el edificio y después el exterior. Habría una 10 personas trabajando en el interior (no las conté exactamente a lo mejor era alguna más a lo mejor alguna menos). Ahora habra que esperar a finales de mes en que acaba el plazo para saber si la oferta cubre la demanda o no y luego esperar a ser uno de los agraciados con una plaza en la tan esperada y desesperada escuela infantil A Caracola.
Los comentarios están cerrados.