Antón Peruleiro en La Opinión nos explica…

En el mundo de los negocios los lazos de sangre no garantizan siempre la cordialidad, como revela el hecho de que los chabolistas que trataron de asentarse en Novo Mesoiro el miércoles habían abandonado Penamoa tras una agria discusión con miembros de su misma familia con los que se disputaban el mismo segmento de mercado. Las diferencias les llevaron a las manos e incluso a las armas, por lo que los perdedores en el envite tomaron las de Villadiego, primero hacia Meicende, de donde les expulsaron, y luego a Novo Mesoiro. Tras ser invitados a dejar este barrio coruñés, ahora han optado por instalarse en O Martinete.