Yo, yo, yo y después otra vez yo.

Ayer en uno de los artículos publicados en este blog, se empezó a hablar de la plataforma que recientemente han colocado en una de las paradas de bus del barrio para que las personas con algún tipo de discapacidad puedan acceder a este de una manera más comoda y sencilla.
Pero como en todos sitios, en Novo Mesoiro también hay gente que sólo piensa en si mismo, despúes otra vez en si mismo, y por último nuevamente en si mismo. Una prueba de esto es la estampa que me encontré ayer a la hora de comer en la ya famosa parada y cuyas fotos aquí podeis ver:

Aparcando delante de la plataforma.
Aparcando delante de la plataforma.

Y ahora dos por el precio de uno.
Y ahora dos por el precio de uno.

Desde otro ángulo. Y ojo a la rotonda.
Desde otro ángulo. Y ojo a la rotonda.

Como se puede ver en la primera foto, el coche negro está obstaculizando el acceso del bus a la plataforma y por tanto el de cualquier persona que necesite de esta para subirse al autobús. En la 2ª vemos a otro coche que aparcó justo en ese momento y se metió en uno de los locales a tomar algo. Y en la 3ª podemos imaginarnos el atasco que se podría formar ya que el bus ocuparía casi los 2 carriles de bajada al estar uno de ellos ocupado parcialmente por los 2 coches ya mencionados. En esta 3ª foto también se observa otro del los puntos negros de nuestro barrio, que es la rotonda del Banco Santander, sitio habitual de aparcamiento de muchos coches.
La conclusión que podemos sacar de esto, es que por desgracia, hay mucha gente que solo piensa en si mismo y no en el perjuicio que puede causar a los demás, o lo que es más grave, que siendo consciente de este perjuicio, no les importe lo más mínimo.